Por el contrario, las palabras “vivo”, “estar muy vivo”, “ser lanzado” o “rebelde”, “espabilado”, “aventurero”, “artista con estilo propio” o “bohemio” son palabras generalmente atractivas, sobre todo entre la juventud.
Hago esa referencia a la generación de jóvenes, entre los 10 y los 22 años, que es cuando esas palabras como “artista” o “aventurero” aún parecen tener más realidad positiva, mientras que la palabra “responsabilidad” suena más a peso y carga. Y la tiene, ya que es el peso y la carga que la sociedad impone a determinadas maneras de la acción individual. Se esperan menos de ciertas cosas de un joven que de un adulto.
responsabilidad es...........
Después de los 25, muchos parece que aceptan o le ven valor a la supuesta “responsabilidad” pero de forma equivocada; se convierten en un mandado más. Lo que ocurre es que el camino de la aventura, del desafío escogido conscientemente y de estar bien se convierte en el camino de la obligación, la esclavitud y el aburrimiento y a eso le llamamos ser una persona responsable y seria.
Lo cierto es que hay muchos serios, esclavos o reprimidos, y aburridos a todas las edades y también uno puede seguir con una disposición alegre, aventurera y creativa durante toda la vida.
La palabra “jubilación,” por ejemplo, no indica no trabajar o no ser productivo o no tener poder; indica vivir alegremente, algo que la mayoría de los jubilados no saben hacer simplemente porque perdieron la práctica hace como 40 años.
Ahora, la buena noticia es: Ser una persona “responsable” no tiene demasiado que ver con lo que espera la sociedad. Por ejemplo, la palabra en sí sólo indica a alguien que utiliza su habilidad de responder.
Habilidad_3. f. Cada una de las cosas que una persona ejecuta con gracia y destreza.
Responder_1. tr . Contestar, satisfacer a lo que se pregunta o propone.
Me gustó lo que dice el diccionario sobre habilidad “que es algo que se ejecuta con gracia y destreza o arte.” En ningún sitio indica que el otro tiene que estar de acuerdo con la manera en que uno responde ni que le tiene que gustar. Lo que ocurre es que la sociedad, por motivos propios de controlar al individuo, establece lo que considera una respuesta satisfactoria y a eso le llama “responsable” y a lo demás “irresponsable”. Lo cierto es que tanto el chico que hace sus deberes como el que no los hace son igual de responsables, han respondido con igual de gracia y destreza a lo propuesto. Responder o responsabilidad se relacionan por fin con una acción, un movimiento, lo fundamental en la vida.
Podemos acordarnos ahora que, aunque la vida en sí es gratis, todo tiene un precio de algún tipo.
Toda acción tiene un resultado creativo o, lo que le gusta a la gente llamar, consecuencias o sea que un acto activa unas secuencias de resultados que en sí activan otras, etc., etc., hasta por fin llegar a la teoría del caos. Según esta teoría el aleteo de una mariposa en Brasil puede desencadenar un tifón en Asia. También esta claro que no se puede predecir o medir todas las consecuencias que nuestras acciones desencadenan, ni directamente ni indirectamente. Uno de los principios básicos de la física quántica es que existe incertidumbre. Eso hasta ahora ha provocado que los físicos quánticos, que trabajan con partículas básicamente invisibles, se enfoquen en los resultados basados en probabilidades y estadísticas más que sobre resultados. Einstein nunca estuvo completamente de acuerdo con este aspecto que provocó su famoso comentario: que “Dios no juega a los dados con el universo.”
Curiosamente, tanto Einstein como Niels Bohr, con quien tuvo famosos debates sobre esto, se puede decir que tenían su parcela de razón. En lo que se trata del universo físico, de la materia que estudian los físicos, existe una clara incertidumbre dado su naturaleza como “ilusión, aunque persistente” por usar la frase del mismo Einstein . En esto Bohr y su grupo de Copenhague tenían razón. Pero a nivel individual, esto no se aplica de la misma manera. Cada persona, y yo diría cada ser consciente que para mí también incluye las partículas, está creando su propia realidad, tanto individualmente como en colectivo a través de sus creencias y de sus deseos, o sea que no existen casualidades. Dios, no juega a los dados. Dicho de otra manera, el ser humano se manifiesta como el dios de su propio universo. Su fuerza creativa, el poder de su imaginación, que Einstein reconoció como la mayor fuerza en el universo, produce lo que llamamos la realidad material, la realidad crea realidad en metáforas de 3 dimensiones. Nuestra esencia es consciencia creativa y es la misma esencia del universo entero. Sí que estamos hechos a la imagen y semejanza, de tal palo tal astilla.
Y con esto volvemos a lo de la responsabilidad personal e individual. Me parece que es hora que tengamos más claro que lo que se llama responsabilidad por fin no se trata de la opinión del otro. Se trata de las acciones que tomamos, en activo o en pasivo, que por fin son actos de creatividad poderosos y producen sus manifestaciones. Curiosamente , lo que uno hace para evitar algo pero sin tener claro lo que quiere, suele producir lo que uno quería evitar. Primero hay que crear a lo que uno se apunta, su propósito de vida en términos lo más claro posibles. Después, lo que ocurre, es que todas las acciones de una forma directa o indirecta nos llevan a nuestro destino o resultado escogido.
El que mantiene este enfoque se mantiene joven y libre su vida entera. El que quiere ser joven que tenga una meta a donde dirigirse y la manera de compartir los frutos con los demás. Una clave de la libertad, que es la felicidad más dulce que hay, es tener una visión y tomar la acción de dar atención a lo que la vida te pone delante , de una manera u otra en forma visible y clara.
Eric Rolf
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