27 de diciembre de 2012

Escogiendo nacer. Dones y desafíos

Con frecuencia oímos y decimos que la casualidad no existe, que no hay casualidades sino “causalidades”. También estamos de acuerdo con la segunda de las Preguntas Básicas de la Medicina del Alma, que nosotros somos los artífices, los creadores de nuestra vida, de nuestras propias experiencias, que no somos víctimas de ellas y, pese a ello, a mucho les cuesta aceptar estos hechos para uno de los aspectos más importantes, si no el más, de nuestra vida: el hecho de nacer.
En efecto, casi todos estamos convencidos que nuestra llegada a este mundo es algo debido al azar, que podríamos haber nacido otro día, en otro lugar e incluso en otra familia y, según ello en este momento crucial seríamos víctimas o, en el mejor de los casos, espectadores impotentes de todo ello. En mi opinión opinar así es poco coherente. Las preguntas, sobre todo las básicas, no tienen dobles respuestas dependiendo del momento o del interés. O somos siempre actores y directores de nuestras vidas, de nuestras experiencias, o no lo somos nunca. Y si lo somos, es desde el primer instante, desde el primer momento de ellas, desde el momento de nuestro nacimiento.
Nosotros hemos escogido donde y cuando nacer, en que país, en el seno de que familia y en que instante preciso lo hemos hecho. A partir de aquí, si entendemos esto, si lo aceptamos, tendremos que recordar la respuesta a la primera pregunta básica: el Universo, la Vida, siempre nos es favorable, siempre nos apoya, es decir, que hemos escogido nacer en el mejor lugar, en la mejor familia para nosotros y el instante preciso.

Se que ante esta afirmación muchos cuestionarán o preguntaran por aquellos niños nacidos en el seno de familias pobres, desestructuradas, maltratadoras… o por aquellos que lo han hecho en países con grandes hambrunas o guerras, y diréis que eso es imposible, que nadie escogería unas circunstancias semejantes para su llegada a este mundo, que ellos son víctimas, juguetes del destino, hojas movidas al azar por el viento.
Ante esto tan solo recordar que todos hemos nacido con una finalidad, con un Propósito de Vida y que no podemos conocer el de esas personas, el de todo el mundo. Si pudiéramos tendríamos respuesta para casi todo lo que más arriba se cuestionaba, pero lo imparte es, sobre todo, tener en cuenta eso que todos hemos venido aquí para algo, con un fin concreto y lo que es mejor, que todos vamos a tener éxito, que todos vamos a lograrlo en esta vida.
Para ello todos venimos dotados con una serie de dones, que podríamos definir como aquellas cualidades que manifestamos con naturalidad, aquello “para lo que somos buenos”. A veces podemos tener dificultad para notarlos, para percibirlos porque son cosas que hacemos fácilmente, que “nos salen solas”, sin darnos cuenta o sin darle importancia.
También para lograr ese éxito vamos que tener que superar una serie de desafíos que vendrían a ser como las piedras  que encontramos en nuestro camino. En ocasiones podríamos tener la impresión de que están ahí para molestarnos, para hacernos mas difícil avanzar o para hacernos sufrir, pero si nos fijamos con atención veremos como la superación de esos desafíos nos hacen acumular experiencia, habilidad y fuerza y que si a ello le añadimos  el toque mágico de la aceptación el desafío se transforma en un don, las piedras se transforman en diamantes.
La medicina del alma dice que vivir con un Universo que siempre nos favorece es tan fácil como navegar poniendo la vela al viento y también habéis leído con anterioridad que todos vamos a triunfar, que todos vamos a recorrer el camino que decidimos al nacer, pero lo que si es cierto es que esa travesía podemos hacerla de dos formas distintas, de cara o de espaldas. Podemos decidir hacerlos de espaldas, a ciegas, golpeándonos con todo o saber hacia donde vamos, con que contamos y que dificultades vamos a tener que sortear.

Si escogemos esta segunda opción, caminar con el “plano”, con los ojos bien abiertos, os ofrezco la brújula de la Numerología del Alma. Con ella podremos conocer tanto nuestro propósito de vida como nuestros dones y desafíos así como lo que nos ofrece cada año en concreto que nos toca vivir, lo que vamos a encontrarnos en ellos y los recursos con los que vamos a contar. Podremos ser los “profetas”, los “videntes” de nuestras vidas.

Por Luís Hernández

 

17 de diciembre de 2012

Numerología del Alma



Taller de Numerología 15 de Diciembre
 
Probablemente has escuchado alguna vez que tenemos un propósito en la vida y que no estamos aquí por casualidad.


¿Pero, por dónde empezamos? Si por lo menos supiéramos cuál es el siguiente paso, si encontráramos algo más concreto y más cercano; si pudiéramos dividir esa aparente distancia en pequeños pasos para saber cuál es el próximo, quizá podríamos hacer algo práctico ahora mismo para sentirnos más cerca de nuestro camino.

Para que elijas con más libertad y confianza el siguiente paso, La Numerología del Alma te aporta un conocimiento extremadamente útil, una extensa y particular visión de los nueve números. Éste es uno más de los idiomas que utiliza la vida para ponerse en contacto contigo. Veremos los dones, desafíos, niñez, salud, profesión y relaciones personales entre cada número.
 
El proceso de hacerse consciente del camino, es un proceso de autoconocimiento y uno conoce su camino a través de conocerse a si mismo 

La vida es un misterio y las explicaciones son limitadas; si quieres saber cómo sabe tienes que probarlo.
 En este sentido La Numerología es una invitación a aceptar el riesgo de conducir por un camino por donde nadie antes ha pasado: Tu propio camino.

Ésa será la esencia de nuestra aventura, aunque los personajes, escenarios y circunstancias se generarán sobre la marcha. La numerología nos va a servir como una guía de viaje, que nos muestra cuáles son los desafíos del camino.



Para ello es necesario que calculemos nuestro número del alma. Hay que sumar uno a uno todos los números de la fecha de nacimiento. Así, una persona que nace el 8 de diciembre de 1971, debe sumar:


8 + 1 + 2 + 1 + 9 + 7  + 1 = 29



Si el resultado tiene más dos cifras (29), hay que sumarlas entre sí hasta conseguir un resultado de una cifra:                 

                  2 + 9 = 11

Y, sumando de nuevo el resultado:

                        1 + 1 = 2    
Esta persona se relaciona con el camino “2”



Número 1: CREATIVIDAD
Número 2: APOYO
Número 3: COMUNICACIÓN
Número 4: MATERIA
Número 5: ENERGÍA
Número 6: AMOR
Número 7: MENTE
Número 8: PODER
Número 9: DESAPEGO  

12 de noviembre de 2012

Dar Gracias




Dar Gracias

En la Medicina del Alma sabemos que el  Universo siempre nos apoya así como que somos los artífices de nuestra vida. Pese a ello, es frecuente que nos quejemos de las cosas que nos pasan, así como que al rezar nos dediquemos a pedir, a solicitar, a rogar intentando conseguir que esa entidad Superior se plegue a nuestros deseos, como si no fuera eso, precisamente, lo que hace siempre: favorecernos, darnos la razón, aunque no siempre de la forma que nosotros esperamos y a veces sin que nos demos cuenta, dada nuestra falta de perspectiva.
En contraposición, es mucho más reducido el número de veces en que acostumbramos a dar gracias por aquello que la Vida nos concede. Normalmente o no nos acordamos o, más frecuentemente, no nos damos cuenta de los regalos que estamos recibiendo, por lo que no vemos la necesidad de hacerlo.
Conocemos que la Vida nos habla de muchas maneras pero no pensamos en las múltiples maneras que tiene de gratificarnos. Tenemos tendencia a pensar en un regalo como en una cosa grande, extraordinaria, como algo que se recibe en una fecha señalada o en una situación remarcable. No nos damos cuenta, así, de la enorme cantidad de ellos que recibimos cada día, señal de que vivimos de una forma poco consciente, ajenos al “aquí y al ahora”.
Que pocas veces nos damos cuenta lo azul que está el cielo, de ese soplo de viento que, de repente, nos alivia del calor en verano, de esos colores con los que se ha vestido el campo o de la sonrisa con la que alguien nos saluda al entrar una habitación o al cedernos el paso en una puerta. ¡Cada día estamos  recibiendo obsequios a montones, a cada instante!, la cuestión es que estamos tan acostumbrados ¡que ni lo notamos! y que pocas veces, si es que lo hacemos alguna vez, damos gracias por ello, pese a lo cual la Vida, generosa, no nos lo tiene en cuenta y nos los sigue ofreciendo.
Creo que el hecho de dar gracias, de acostumbrarnos a ello es, por una parte, un acto de justicia, ya dice el refrán castellano “Que es de bien nacidos el ser agradecidos”, pero además es una forma de vivir nuestra vida más despiertos. Acostumbrándonos a aceptar y a agradecer lo haremos también a reconocer, a ser conscientes de todo aquello que estamos recibiendo a cada momento. Será como vivir en una mañana de Reyes o de Navidad, como en una “Fiesta de aniversario” de forma permanente: vamos a estar más contentos, más felices, pues va a ser el propio Universo el que nos haga de Espejo.
Recordemos finalmente las palabras que dijo Eric en el último curso que dio en Barcelona. “Dar gracias es la mejor forma de oración”.

Por  Luis Hernández (Presidente de la Asociación Alameda)


8 de noviembre de 2012

Noviembre-Diciembre 2012. “Vibración”


Y es así que, manteniendo la conexión con lo alto, encontramos el sendero en lo que está abajo. Manteniendo la conexión vertical, encontramos sentido a lo que pasa en lo horizontal. A eso le llamamos sincronicidad, el arte de estar atento al sentido constante que ocurre en el presente, des-cubriendo los velos que una vez nos pusimos  nada más nacer. 
Un puente entre mundos, entre dimensiones, entre realidades. Así funciona la sincronicidad, como puente que comunica lo supra-mental con lo material. 
Ya no hay marcha atrás. El barco está a punto de partir y se están subiendo los que están dispuestos.”
Cada vez más sobran las palabras y abundan los sentires. Se caen como hojas muertas las ideologías, las filosofías, las corrientes de pensamiento y renace, como brote tierno el reconocimiento vibracional de lo real, de lo sencillo, de lo esencial. “La Verdad es una vibración perceptiva”. Simple, certero, real. Se reconoce sin más. Y no requiere de palabras o tratados extensos. Una simple percepción pura y sin forma de autenticidad genuina a través del cuerpo.
El cuerpo no miente. En él reside la auténtica sabiduría de la Vida, de la Naturaleza. Y todos los aspirantes al Nuevo Mundo están sintiendo de manera ineludible un llamado profundo a “habitar nuevamente el cuerpo”. El dolor simplemente es una desatención de nuestro templo. Por eso grita, para llamarnos nuevamente la atención. Y es ahí que la atención no es una cualidad de la mente sino de la Conciencia que vive y mora más allá de nuestra mente y que finalmente está descendiendo nuevamente para habitar el templo que una vez fue desalojado de toda luz, de toda Verdad, de toda autenticidad. Es el descenso de lo supra-mental a la materia, un descenso previo y necesario que nos abre a una posterior ascensión perceptiva y vibracional a una nueva realidad, a un nuevo mundo.
El cuerpo no miente. Su postura, su gesto, su movimiento refleja vibracionalmente la realidad del que habita en él. Es a través de él que somos. Es a través de él que podemos alinearnos a vivir la experiencia más maravillosa jamás ocurrida sobre la faz de la tierra. El nacimiento de una Nueva Especie, el Nacimiento de una Nueva Realidad.

Corazón.
La mente no puede luchar por más tiempo contra la expansión cada vez más acelerada de nuestro corazón. Pero lo está intentando. Y la realidad externa, como metáfora de lo interno, está reflejando esta lucha, esta resistencia. Los patrones climáticos de estos últimos meses están invitándonos a “re-cordar” que no existe mayor poder que el de la Naturaleza. Y sólo basta una sacudida de la gran Madre para desbaratar un sistema que durante 500 años ha ido en contra de la Naturaleza, un sistema de esclavitud encubierta, un sistema que ha tapado por siglos la Verdad sensible y sintiente del corazón humano.
“En la Naturaleza todo tiene su momento y su ley es infalible. Pero no es una ley como las que conoce la mente, ni mágica, ni psicomágica, ni científica, ni metafísica, ni espiritual…Es una ley que no se puede desmembrar, ni separar, ni contabilizar, ni siquiera nombrar. A lo sumo lo que podemos es alinearnos con ella, ser uno con ella, entregarnos enteramente a ella. La Naturaleza posee su propia ley, una única ley que aglutina todas las demás leyes descifradas y colapsadas por la mente humana. Ella ES, simplemente ES, y siempre se manifiesta, siempre está operando, siempre está en funcionamiento desde el principio impertérrito en que el vacío condensó la primera partícula, la primera explosión, el primer “momento perfecto” en que surgió la primera expresión de VIDA. La Ley, la Ley Natural, algo indisolublemente imbricado a la misma matriz de la Vida, es una ley invisible que existe en la forma y en la  no forma y gobierna TODO aunque exista en la NADA, en ese VACÍO desde donde nace otra vez el TODO. Y vuelta a empezar.   
Naturaleza. Cada manifestación de vida existe, fluye y evoluciona guiada por este halo natural sin forma que activa, despierta y transmuta a la forma cuando le ha llegado el momento. Una semilla contiene en su esencia hasta el último brote potencial de su estructura. Pero es una semilla, con su cascarón duro y protector. En su interior está el árbol, pero es semilla. Ella espera paciente el “momento perfecto”, silenciosa, conectada, parte de TODO y de NADA, invisible a los ojos humanos pero presente, existente, siempre atenta, disponible. Y llega un momento, quizá “el momento”, y un simple movimiento imperceptible que nace desde el núcleo vacío de su estructura atómica, un regurgitar de partículas que se organizan en células, que se organizan en estructura de vida y ¡zas!, ya no es semilla, es brote, un brote tierno, frágil, vulnerable, delicado…algo nuevo, distinto. En un único momento la semilla ya no es semilla, es otra cosa. ¿Acaso no está pasando lo mismo con el ser humano?

Los animales saben cuándo ha llegado el momento de emigrar, de viajar lejos. Pero ellos no se hacen ninguna pregunta. Hay algo que los guía, algo invisible que los mueve, que los “despierta” cuando ha llegado el momento adecuado. Nuestros científicos y biólogos le llaman instinto. Y parece que al ponerle una palabra ya saben lo que es. Pero no lo saben. Sólo lo han identificado, etiquetado, conceptualizado, interpretado, estudiado, dividido, compartimentalizado, otra vez. El ser humano se ha separado de su naturaleza, de su conexión con la Ley Natural. Ha cortado sus raíces y no se nutre de la savia que fluye de abajo-arriba sino de las ideas, los pensamientos que, como nubes empujadas por un viento invisible, cruzan los cielos más expansivos de nuestra esencia, tapando lo claro, lo luminoso, lo inmenso.
Hemos cortado la raíz, hemos olvidado el placer de pisar la tierra, de SER en la Tierra, de estar allí donde están nuestros pies. -Voy a buscarme – dice la mente- Voy a hacer un viaje iniciático al Tíbet, al Yucatán, al Machu Pichu… a dónde sea. Y no nos damos cuenta que estamos donde están nuestros pies.
El cuerpo es el sustrato conectivo que nos ancla a la Tierra, el templo sagrado donde morar, sentir, escuchar y dar. La búsqueda del SER no comienza en lo alto, como sí hicieron nuestros místicos, ermitaños y sabios de todos los tiempos. Renegaban el cuerpo, renegaba lo denso, la materialidad. ¡Qué densidad! ¡Qué demonios escondidos en la materia! Hay que elevarse, hay que buscar más allá. El anhelo de nuestro origen no puede estar en esta realidad tan dolorosa. Tiene que existir en otro lado, en el otro lado… y buscaban, a través del ascetismo, a través de la meditación y la anulación sensitiva los secretos más elevados de la Conciencia. Pero ahora toca algo distinto, algo que ya muchos comenzaron a intuir, visionar y experimentar en la primera mitad del siglo pasado y que ahora se vuelve inminente en esta nueva crisis evolutiva hacia el Nuevo Mundo. Es la transformación de la misma materia, el descenso de lo que está más allá de la mente a la Tierra, el desalojo de la oscuridad de aquello que una vez fue reluciente.
 Del instinto a la intuición. Este es el nuevo sendero evolutivo del ser humano, un sendero que no busca arriba sino que encuentra abajo y al encontrar lo que siempre ha estado ahí, lo transforma y lo eleva hacia arriba. La dualidad se disuelve ante esta experiencia. Ni más allá, ni más acá, ni más arriba, ni más abajo. Todo UNIDO, todo UNO. “
(Extracto del libro “Sentir para Saber”, aún en desarrollo)

Verdad

“Sólo podemos reconocer aquello que ya está presente dentro de nosotros mismos.”
Para reconocer la “Verdad”, esa Verdad innombrable y eterna que disipa toda duda, que libera de todo miedo, que trasciende y unifica realidades, es preciso primero reconocerla dentro de cada uno, despertarla, abrazarla, SER de Verdad. Y la Vida nos está invitando a dejarnos caer hacia ese encuentro con la esencialidad viviente que habita y mora en el interior del corazón de cada una de las células de nuestro cuerpo. Una vibración pura, conectiva y luminosa que nada sabe de teorías espiritualistas ni científicas, una vibración perceptiva profundamente conmovedora de AMOR, de realidad, de Unicidad.
La mentira, la gran mentira de nuestro viejo mundo se está cayendo a pedazos. Muchos se están agarrando a este viejo mundo como quien se agarra a un clavo ardiendo. Patrones de miedo, de pánico, de agresividad se desatan por doquier, intentos reactivos del ego por mantenernos esclavos de una gran mecánica mental, de una gran mentira. Por eso hay una gran polarización, cada vez más extrema entre las ideologías, sean cuales sean. Es la lucha del ego por mantener su identidad, su autonomía, su dictadura sobre el corazón humano.
Pero simultáneamente hay un resurgir profundo de la Conciencia, un renacimiento nuevo que no tiene forma, que no tiene nombre pero se aglutina a través de muchas formas, de muchos nombres, portando todos una misma vibración perceptiva de autenticidad. Son los precursores del Nuevo Mundo, organizándose de manera silenciosa, guiados simplemente por la sensibilidad conectiva, por el reconocimiento sensitivo, por la mirada conmovedora. NO se unen por ideología, sino por vibración, por afinidad, por reconocimiento sensible. Un abrazo y ya está. Una mirada y somos UNO. La alegría se asoma en la mirada. Está emergiendo una nueva HUMANIDAD.
Quedan muchos años por delante para crear el Nuevo Mundo. Estamos en pleno caos. Pero podemos comenzar a Celebrar ya la Nueva Vida, sumar intenciones y voluntades y CELEBRAR.
En estos meses, hasta el solsticio de diciembre, tenemos una oportunidad maravillosa de despojarnos del pasado por siempre, de vivir sin pasado, de volver a ser auténticos, REALES, genuinos, singulares, DE VERDAD. La emoción es el recurso creativo y transformacional que unifica y recupera lo que somos en la no forma, integrándolo en la forma, transformando el propio cuerpo, un Nuevo Cuerpo que será el que habite en el Nuevo Mundo.
Muchos se están dejando hacer por la gran Vida. Otros están sucumbiendo a la densidad de su lado más oscuro. Y como siempre, es una cuestión de elección creativa y de RESPONSABILIDAD.
No existen siete mil millones de cuerpos en el mundo, sino un sólo cuerpo repartido en siete mil millones de singularidades en el mundo. Por cada uno de nosotros que se haga responsable de la vibración de su propio pedacito de vida que habita y quiere habitar nuevamente su cuerpo, está influyendo de manera directa en todos los demás hermanos que viven en este planeta. Es nuestra RESPONSABILIDAD creativa, es nuestra gran elección.
Celebremos la Nueva Vida. Celebremos la Nueva Vibración que recién está llegando.
“Con los pies en la Tierra y el corazón hacia el Cielo, CONFÍEMOS”.  
TE AMO.

Jorge Santana 

- Blog Tu asesor intuitivo




P.P.D. Y como siempre, no hagan ni caso. Si les resuena está bien. Y si no también.
Gracias.

2 de noviembre de 2012

Tomar acción

Todos hemos oído muchas veces la frase de que el Universo es favorable, que está siempre “confabulando” para ayudarnos, para que logremos lo que deseamos.
Decimos, y lo hacemos convencidos, que tenemos que cuidar lo que decimos, lo que repetimos, lo que creemos, pues la Vida va siempre a darnos la razón y que si creemos que algo va a salirnos mal al final así será, y lo mismo sirve para lo contrario.
También el libro o la película de “El Secreto” y la “ley de la atracción” parece decirnos lo mismo que deseemos algo, que lo verbalicemos, que, tal y como aparece en el film, basta con colgar una foto de lo que queremos en el “corcho de los deseos” para que las cosas se consigan.
Todas estas ideas, todos estos sentimientos pueden estar arraigados de una forma u otra dentro de nosotros, incluso, algunas de ellas me las podéis haber oído decir a mi en muchas ocasiones, pero enunciadas así, tan solo, pueden convertirse en algo muy peligroso para nosotros; pueden hacernos creer que vivimos en una especie de Jauja, de mundo mágico donde todo se consigue a cambio de nada y también todos sabemos que eso no es así. Ese contraste, esa aparente discordancia entre lo que creemos y lo que vivimos día a día conlleva otro peligro: no creer en nada, el pensar que todo es mentira, que todo son cuentos bonitos para engañar a niños, a crédulos o a simples y que es cierto lo que nos decían nuestros mayores de que la vida es un “valle de lágrimas”, que hemos venido a sufrir, que la recompensa la tendremos en la otra vida y que todo lo que consigamos en ésta será con “sangre, sudor y lágrimas”.
¿Cuál es entonces el verdadero “Secreto”, donde está la llave “mágica” que nos abre las puertas para pasar de un mundo a otro? La respuesta a esta pregunta también la conocemos todos y si alguien cree que no puede recurrir al Refranero español donde encontrará sentencias como “A Dios rogando y con el mazo dando” o “obras son amores y no buenas razones”
En efecto, el verdadero “Secreto” que queríamos encontrar la verdadera “ley de la atracción” el “Dorado” que todos queremos encontrar se encuentra ahí, en “tomar acción”, en apuntarse realmente a lo que queremos y dedicar y orientar todas nuestras energías a ello.
Ese es el camino, esa es la palanca que necesitamos para que después todas las fuerzas del Universo se pongan de nuestro lado para ayudarnos a conseguir lo que queremos, y en ese camino, en contra de lo a veces podamos pensar, los primeros pasos tal y como ocurre cuando nos ponemos a navegar a favor del viento, son muy fáciles, son muy sencillos: consistirán en pasar las cosas del mundo de las ideas al mundo real y ¿eso es sencillo, fácil de hacer? Y la respuesta es que sí, que está al alcance de todos, en cualquier momento, a cualquier edad, que para ello hace falta, tan solo, algo tan difícil de conseguir como el lápiz y el papel: con algo tan sencillo como escribir nuestros deseos nuestros sueños ya estamos haciéndolos presentes en el mundo “real”, estamos empezando a darles sustancia, forma y cuando al hacerlo lo hagamos con más detenimiento, con más detalle más cuerpo le estaremos dando, más presencia le estaremos dando en el mundo material. Eric nos invita en muchas ocasiones, y yo con él, a que hagamos listas siempre de cosas que nos apetezcan, que nos hagan ilusión, por ejemplo de viajes a hacer, de países a visitar y así, en ese momento, la aventura empieza ya.
Me diréis vale, eso ya está hecho, vale, pero ¿ahora qué?, ahora viene lo difícil, ¿cómo seguimos? Y la respuesta es sencilla: con lápiz y papel. Planificando los pasos a seguir para conseguirlo, lo que necesitamos para ello y lo que tenemos que hacer y apuntándonos a ello, ¿cómo?, volviendo a escribir, cada día, en una agenda, lo que cada día tenemos que hacer para llegar a nuestro objetivo, y haciéndolo, cada día, que por la noche podamos tachar las tareas realizadas. Solo así, con todo nuestra atención fijada en el momento podremos realizar los viajes largos. Solo olvidándonos de los manidos “es muy difícil”, “es imposible”, “con la suerte que yo tengo”, “con esta crisis” (en los cuales, si estamos convencidos, la vida también va a darnos la razón) , solo si cada día hacemos lo preciso para lograr lo que deseamos la Vida hará todo lo posible para ayudarnos, para que el camino sea más fácil y la senda más plana.
Tomar acción es la forma de tomar las riendas de nuestra vida, de hacernos responsables, y no víctimas de ella.

30 de octubre de 2012

Eric Rolf en el curso de La Medicina del Alma en Barcelona. Octubre 2012

Asociación ALAMEDA: Curso de La Medicina del Alma en Barcelona

Frases de Eric Rolf

" Cada cambio que vives te va perfeccionando más"

" Para poder soñar y vivir tus sueños, requiere estar despierto"

" Si uno acepta las cosas entonces existe la posibilidad de cambiarlas"


 "Para tener prosperidad no debemos hacer otra cosa que aceptar lo que somos, y por consiguiente, empezar a dar lo que tenemos"

"La salud es una experiencia de comunicaciones si escuchas los susurros de tu cuerpo, no es necesario que grite"

24 de octubre de 2012

Curso de La Medicina del Alma en Barcelona

Impresionante el ritmo del curso de La Medicina del Alma de Eric Rolf en Barcelona los días 19, 20 y 21 de Octubre. Eric Rolf termina su gira Europea con Alameda.


“Mantén la relación contigo mismo en transparencia porque desde ahí salen todas las relaciones” Eric Rolf

23 de octubre de 2012

¿Qué nos merecemos en esta vida?

Esta pregunta así planteada creo que encierra una trampa. Impulsados por nuestro ego en un primer momento dos respuestas, iguales aunque opuestas, nos viene a la boca:
  • Todo. En esta vida nos lo merecemos todo, no tenemos culpas, no somos malos, no vemos motivos para no merecerlo todo.
  • También es posible que nuestro ego nos lleve a la respuesta contraria: no nos merecemos nada ya sea porque no nos sentimos dignos de ello o porque creemos que en esta vida no se nos da nada, que todo tenemos que lucharlo, que arrebatarlo a la vida con mucho trabajo y mucho esfuerzo: así todo lo que tenemos, todo lo que hemos logrado nos supone un buen saco de medallas para exhibir.
Creo que la respuesta es sencilla pero debemos buscarla mirando en otra dirección. En el contexto de la Medicina del Alma sabemos que la Vida siempre es amistosa, que el Universo siempre nos favorece. Sabemos que hemos venido a este mundo, fundamentalmente a tres cosas: a escuchar, a dar y a sentir así como que tenemos que enfocarnos en los procesos, en esos tres procesos, no en los resultados finales. No podemos, no tenemos que actuar pensando en lo que vamos a obtener a cambio, en lo que vamos a merecer por ello. Nunca vamos a merecer nada porque no hemos venido a eso, no tenemos ningún derecho a exigirle nada a la Vida, no nos debe nada.

Por ello creo que en esta vida no nos merecemos nada, pero, en cambio tenemos la posibilidad, el derecho, la obligación de esperarlo Todo: la Vida siempre nos ayuda, las casualidades no existen y todo aquello que nos ocurre no tiene otro objetico que ayudarnos, que acercarnos a lograr el objetivo de nuestra vida, hacernos más fácil el éxito el conseguir aquello para lo que hemos venido aquí, el conseguir que nuestra travesía sea más rápida, más fácil, más cómoda si queremos pones nuestras velas al viento.

La Vida nos hace regalos de forma constante, en todo se esconde un regalo para nosotros, es nuestra tarea descubrirlos, pero tenemos que recordar que el regalo, el obsequio, no es algo que uno merezca, algo a lo que tenga derecho, algo que podamos exigir o pedir, sino que es algo que graciosa, voluntaria, generosamente se nos da. Algo que la Vida generosamente nos ofrece, a manos llenas, a cada momento.

21 de octubre de 2012

Las Resistencias

Hay una ley física que dice que todos los sistemas tienden a irse trasformando, moviendo, hasta alcanzar un equilibrio. En ocasiones parece que en nosotros esta ley se transforma y hacia lo que tendemos es hacia la inacción.

Las resistencias que tenemos a muchas cosas van a ser, en muchos casos, las responsables de ese estatismo. Esas resistencias que nacen de prejuicios antiguos, de caducas concepciones del mundo y de nuestras vidas y, en muchas ocasiones, de nuestra comodidad: nos es más fácil no hacer nada que tomar acción y si después podemos quejarnos, mejor que mejor, pues así nuestro ego recibe su ración de conmiseración y de pena.

Las resistencias van a contribuir, si no es que son las responsables directas en muchos casos, a que nos sintamos más como víctimas que como actores de nuestras vidas, más como sujetos pasivos que activos en nuestro futuro y en nuestro día a día.

Pensemos que detrás de cada “pero” que utilizamos para explicar el porqué de nuestros actos o de nuestra inactividad vamos a descubrir, normalmente, una resistencia más o menos oculta, más o menos consciente que nos impiden avanzar en nuestro crecimiento interior, que nos impide avanzar en ese camino nuevo que la vida nos ofrece y nos pide que recorramos cada día.

17 de octubre de 2012

Cómo la medicina del alma ha mejorado mi vida.

En el año 1999, hice mi primer curso de la medicina del alma en Cabo de Gato con Eric Rolf. Ni podía imaginar entonces cómo el hecho de querer tener unas vacaciones de verano distintas, iban a cambiar mi vida.

Yo tenía con mucha frecuencia, casi diaria dolores de cabeza…Al primer día de estar en el curso Eric me estaba diciendo que me independizara ya de casa de mis padres, cosa que a mi se me hacía una montaña, pues tenía mucho apego a ellos…Lloré mucho, pues era una idea que se me hacía insoportable, a los 30 años de edad que tenía entonces, ahora me resulta cómico, pero lo cierto es que al ir tomando desafíos como ese en mi vida, al ir aplicando en mi vivir diario técnicas como la respiración, meditación, eso fue haciendo que esos dolores desaparecieran, así como los padecimientos de garganta. Soy cantante y con frecuencia estaba cogida.
Fui perdiendo miedos y viendo las cosas de otra manera, o como dice Eric, ampliando mi paradigma. También otro hecho es que en aquel curso empecé a relacionarme de forma consciente con el idioma de mi intuición. Entonces Eric me dijo que podría ganarme la vida con ello.
A mi me pareció bastante sorprendente y por supuesto, allí se quedó esa idea, pero con el tiempo, ha ido formándose y cogiendo cuerpo otra faceta en mi, y es la del Tarot, otro de mis grandes amores y a lo cual me dedico de corazón.

Sí, sin ninguna duda, la medicina del alma o el encuentro con Eric Rolf ha mejorado y cambiado mi vida. Y lo mejor es que la aventura continúa…
Eva María Ruiz Correa

15 de octubre de 2012

LUZ

Cuando hablamos de Luz Y Oscuridad tendemos a verlos siempre como dos elementos contrapuestos, enfrentados, fruto de nuestra educación que nos hace ver el mudo a base de opuestos a los que normalmente damos a uno carga positiva y a otro negativa o, lo que es lo mismo, uno es el bueno y otro el malo. De esta forma estamos psicológicamente más preparados y más animados para estar con luz que para vivir en la oscuridad.

Nosotros sabemos que todo lo que hay en el Universo es bueno y que éste
siempre nos es favorable. Sabemos que está muy bien organizado y que en él nada es porque si, ya que las casualidades no existen.

Sabemos también que debemos intentar pensar, sentir, vivir, dentro de la “unidad”, y no en la “división”. Es por ello que debemos ver el binomio luz-oscuridad como las dos caras de una misma moneda, como el Ying y el Yang, que se complementan y enriquecen.

Y así como la luz, la claridad nos es necesaria para poder ver, movernos y aclararnos en el espacio exterior, la oscuridad lo va a ser para encontrarnos y movernos en nuestro espacio interior, para meditar, para orar, para hacernos grandes y completos como personas, para ser más libres. Esto mismo nos lo muestra, en un campo mayor, la Naturaleza: los meses de luz son los meses de la actividad, del hacer, del salir, del recoger; por el contrario, los meses oscuros son meses de recogimiento, de interior, de compartir, de sembrar... Tal vez sea por esto que tantos gobiernos, tantas religiones hayan intentado luchar contra la oscuridad, llegando incluso a prohibirla, dando tanto importancia y valor a la luz y la claridad. Tal vez no sea más que un intento, consciente o no, de controlar y coartar al individuo, pues es bien sabido que se sienten más cómodos con “personas pequeñas”

Sólo viviendo la luz y la oscuridad con las posibilidades que ofrecen, podemos ser individuos completos. Podemos vivir, plenamente, el aquí y el ahora.

13 de octubre de 2012

Las expectativas

El tema de este mes trata de como nuestras expectativas van a producirnos una determinada perspectiva, un determinado ángulo de visión para enfocar los distintos aspectos de nuestra vida, y como, en definitiva, van a generar nuestra vida. Es decir que, como vemos, el tema de este mes guarda una muy estrecha relación con la segunda de las preguntas básicas de la Medicina del Alma. “¿Creamos nuestras propias experiencias o somos víctimas de ellas?”.
En general tenemos bastante clara la respuesta a esta cuestión y respondemos, sin dudar, que somos creadores de nuestra vida y no seres que soportamos, lo mejor que podemos y con resignación todo aquello que la vida nos echa encima, nos pone por delante. Sin embargo creo que todos nosotros debiéramos cuestionarnos si en el fondo, en nuestro día a día, en nuestros actos y, sobre todo, en nuestras ideas, esto es así, y ya sabemos que, como dice el refrán: “obras son amores y no buenas razones”.
En efecto, creo que en la respuesta a la segunda pregunta, en el hecho de ser los gestores de nuestra existencia es básica nuestra forma de pensar, de enfocar nuestra acción, de las expectativas que tengamos de obtener un determinado resultado. En definitiva vamos a encontrar vamos a obtener aquello que previamente llevemos con nosotros y eso será cierto tanto en las cosas grandes como en las más pequeñas.
Todos hemos tenido la experiencia como, por ejemplo, en un mismo viaje, hay personas que se lo están pasando en grande, le “están sacando punta a todo” y otras, en cambio, parece que estén viviendo un castigo, no hacen más que quejarse de todo. Y lo cierto es que el hecho físico, el viaje, es igual para todos, lo que no lo es son las expectativas que cada uno ha cargado en sus mochilas, lo que cada uno esperaba encontrarse y obtener con esa experiencia.
Decimos con mucha frecuencia que tenemos que cuidar con lo que creemos y con lo que decimos pues la Vida nos va a dar la razón, pero también en esto vamos  ser actores y no víctimas, y así, dándonos cuenta o no, también nosotros vamos a hacer todo lo posible, todo lo que esté en nuestras manos por “darnos la razón”, ya que nada nos gusta más que ir de “enterados”, que responder que sí a la pregunta de “¿somos estúpidos?” y poder decir a los demás, y poder decirnos a nosotros mismos : ¿ves como tenía razón?, ¿ves como yo ya sabía...?, no, si yo ya estaba seguro que... Y además como tenemos que perdonarnos y nuestro ego quiere “comprensión y consuelo” recurriremos a algo que se opone, frontalmente, con nuestra primera respuesta, con nuestro sí rotundo a que somos nosotros los que creamos nuestra realidad: vamos a traer a colación a la suerte, o de otra manera, al azar, borrando con ello, echando por tierra nuestras palabras de Universo bien organizado, de Universo favorable, pues el azar no es sino el hermano pequeño del caos.
Nosotros somos los artífices de nuestra suerte, nosotros generamos nuestra realidad, nuestro mundo, día a día. Solamente creyendo que todo va a ir bien, que todo nos ayuda, que todo nos favorece. Solamente creando expectativas positivas en nuestro aquí y nuestro ahora podremos alejarnos de los miedos y los fantasmas, de los fracasos que nosotros mismos generamos cuando no creemos o no nos atrevemos a que las cosas nos salgan bien.

12 de octubre de 2012

El sentido del Humor

Como sabemos Eric nos explica en La Medicina del Alma que disponemos de cinco sentidos exteriores, los que todos conocemos, y diez sentidos interiores, y que entre estos tenemos el Sentido de Humor del que nos dice “Es posible que éste sea el sentido más elevado que tenemos o, por lo menos, el que percibe información de mayor profundidad. Es el sentido que nos pone en contacto con nuestra inmortalidad, divinidad y de esa percepción de la vida como un gran chiste cósmico: la vida tiene sentido del humor. Este sentido está muy conectado con nuestra esencia creativa”.

Los sentidos son, como también sabemos, aquellas partes de nosotros que nos permiten relacionarnos con el exterior y que nos permiten conseguir un conocimiento del Mundo y de nosotros mismos. Es por ello que el sentido del humor es tan importante, porque nos va permitir una visión del Universo más amigable, más divertida; va a contribuir a que nos sintamos bien, a gusto, dentro de este Universo que la Vida nos regala cada día, va a hacer que no nos tomemos las cosas tan “a pecho” y, sobre todo, a que no nos tomemos tan en serio, a que no nos tomemos tan en serio, tan centros y referentes para todo, pues no somos más que una parte de la gran broma Cósmica en que estamos todos inmersos y de que tan solo sabemos que hemos venido aquí para triunfar y ser felices, sin que ello tenga más mérito lograrlo por nuestra parte. Tenemos que aprender a reírnos más, de todo, y, sobre todo de nosotros mismos, de eso Ego tan importante, tan encumbrado y, por encima de todo, tan serio que todos llevamos dentro.


Por otro lado creo que el sentido del humor guarda una estrecha relación con la Alegría, y creo que vivir ésta, con ésta es la mejor manera de dar gracias, constantemente, por todo lo la Vida nos está dando en cada momento. Que menos que responder con una sonrisa a un regalo que alguien nos hace.

Recordemos el efecto espejo: Si damos alegría, si hacemos gala del sentido del humor con los demás lo estaremos haciendo con nosotros mismos, y así como seamos capaces de reconocer el sentido del humor y la alegría en el otro así podremos encontrarlos, reconocerlos y usarlos en nuestro iterior, en nuestro quehacer, en nuestro vivir de cada día.

10 de octubre de 2012

EL DOLOR y nuestra relación con él

Sabemos que la Vida nos habla constantemente, de múltiples formas y maneras y que uno de los medios que utiliza para hacerlo, para relacionarse con nosotros, es a través del cuerpo, utilizando su idioma, y que, en una de sus formas, encontramos el dolor.

Sabemos también que el dolor se relaciona con el volumen que está empleando la Vida para comunicarse con nosotros, así como que la intención de comunicación interior es positiva y protectora, aunque los síntomas nos sean incómodos, por lo que intentaremos pararlos, pero, sin olvidar, que el dolor estaba ahí para decirnos algo.

Y sabemos también que en muchas ocasiones tendemos a olvidarnos de todo lo que sabemos y tendemos a dar importancia no al mensaje sino al mensajero. Nos fijamos tan solo en el dolor, queremos que se marche, volver a nuestro estado de comodidad, de bienestar, de ¿sordera? pero sin cambiar en nada, sin modificar ni nuestras ideas, ni nuestras acciones ni nuestra relación con nosotros mismos y con la vida. Deseamos, que dejen de avisarnos, que la Vida no sea tan “pesada”, al igual que hacíamos con nuestros padres cuando no dejaban de avisarnos cuando había algo que no hacíamos bien, o que, simplemente no realizábamos. Pero la Vida, al igual que nuestros padres, nos quiere demasiado como para callar y dejarnos hacer y, al igual que ellos, cada vez nos va a hablar más alto, hasta llegar a los gritos, a los chillos, mientras nosotros seguimos “jugando” y lo único que queremos es que nos dejen en paz.

Pero, por otra parte, a nuestro ego ese dolor le gusta, es algo de lo que se puede presumir, que se puede utilizar en nuestro provecho y que, por lo tanto, hay que cuidar y alimentar, y así lo hacemos: continuamente pensamos, nos preocupamos, hablamos, llamamos la atención sobre él y, así, cada vez nos apegamos más a él y hacemos imposible que se marche de nosotros, que nos abandone. Nos encanta oír el dolor, aunque en muchas ocasiones no estemos dispuestos a escucharlo. Hablamos siempre del regalo que supone pero, desagradecidos e ingratos, ni lo queremos ni aceptamos, es más, al recibirlo, no hacemos más que lamentarnos, pues eso sí, el ego no perderá ocasión de hacer saber al mundo lo pobrecitos que somos, lo malitos que estamos, y lo poquito que nos quejamos.

La Medicina del Alma da un nuevo sentido al dolor, su exploración nos permite detectar resistencias y mensajes, es una forma que emplea la vida para comunicarse con nosotros.
El dolor se utiliza también como excusa para no hacer.

1 de octubre de 2012

El ego

Hace tiempo abrí al azar un libro de Osho y lo que primero leí es “El ego tiene la culpa de todo”, hoy he leído un cuento y terminaba con un dicho de la India “Si quieres ver cara a cara al diablo mira a tu propio ego” “El ego nos hace vulnerables, nos hace vivir de espaldas a nuestro propio ser, y eso a menudo trae fatales consecuencias.

Pensando, luego, en alguna forma de referirme al Ego me ha venido la imagen de que es el actor que se cree, y nos hace creer, que es el director de la película. Intenta guiar nuestras acciones buscando, tan solo, engordarse a sí mismo, hacerse cada vez más grande, convertirse en el máximo centro de atención, recibir el máximo número de flases y aplausos cuando, tras atravesar la alfombra roja, se sube al escenario para recoger todos los Oscars.

Nos hace olvidar que lo importante no es él, sino nuestra verdadera esencia, aquello para lo que hemos decidido y escogido venir a este mundo; nuestros desafíos y nuestros retos, para poder alinearnos y tomar acción para todo aquello que la Vida nos ofrece y espera de nosotros. Que nuestra función aquí es crear y dar, entre otras muchas cosas, gracias por todo aquello que podemos hacer y regalar al mundo.

15 de septiembre de 2012

LA CULPA

Nos encontramos ante la gran arma que utilizamos, frecuentemente, contra la Vida, ya esté ésta identificada en los demás, en el azar, la casualidad o, con mucha frecuencia, con nosotros mismos.

Por una parte la culpa dirigida hacia el otro nos sirve para no hacernos responsables de nuestros actos y acciones: todo lo que nos pasa, todo lo que nos ocurre, es por responsabilidad de alguien distinto a nosotros, así ocurre que no somos los artífices de nuestra vida, sino tan solo comparsas o víctimas de ella. Todo ha de tener siempre un culpable, y así, de forma fácil, nos quite la responsabilidad de asumir, comprender y leer la vida y lo que ésta, con sus metáforas, nos quiere decir a cada instante y que, si en lugar de culpar nos esforzáramos en descubrir el tesoro, el regalo oculto que hay en todo, nos llevaría a dar las gracias por lo que nos ha pasado.

Por otra parte, al culpar a la “mala suerte”, al azar, estamos aceptando que éste existe, que las cosas pasan por casualidad que no tiene todo un sentido. Estamos negando que todo tenga un porqué, que, como nos ha dicho tantas veces Eric “el Universo está muy bien organizado” y lo que es más importante, estamos negando que éste, que la Vida, siempre nos favorece y que nada es “por desgracia”, sino “por suerte”.

Por último, al culpabilizarnos a nosotros mismos nos estamos convirtiendo en nuestros propios enemigos, o, en saco de culpabilizarnos por algo hecho al otro, en enemigos de los demás. No nos damos cuente que esto no es más que una forma de castigo, de una estratagema del ego par sentirnos importantes, pues es tan solo gracias a nosotros que ha ocurrido algo, aunque ese lago nos parezca malo. Somos tan ingenuos como para creer que somos tan importantes como para alterar los planes de la Vida y que por ello vamos a provocar algo desfavorable para nosotros o para la persona que tenemos al lado, como nos gusta ser protagonistas, como nos gusta colocarnos medallas, aunque éstas sean por cosas “mal hechas”. Normalmente vamos a actuar de la manera que mejor sabemos, con los recursos que tenemos a nuestra disposición, ante cada una de las circunstancias ante las que nos coloca la Vida y, tenemos que tener presente que Ésta nunca nos va a pedir nada para lo que no estemos preparados, por lo que, si actuamos, si tomamos acción, nunca podremos equivocarnos. Será nuestra falta de visión, nuestra falta de perspectiva, el no conseguir lo que nosotros, no la Vida, esperábamos, cuando empezamos a buscar a encontrarnos culpables. Nunca sentimiento de culpa por lo que con buena intención hacemos. Responsables si, aunque no culpables, por la inacción, por no aprovechar los recursos y las ocasiones que se nos ofrecen en cada momento, por no seguir el rumbo que vemos nos está marcando el viento de la Vida.

3 de abril de 2012

LA MUERTE

Aunque por mucho que vaya mostrándose a los demás, cuando está cerca de alguno de nuestros seres queridos seguimos mirando a la muerte como a una extraña desconocida, su paso inevitablemente marcará un final de muchas cosas en nuestra vida.

Apenas hemos presenciado su misterio que ya se fue, pero eso si, dejándonos este tirante vacío que nos corta las carnes, algunas veces se nos clava en el corazón y en otras, tira de él.

A su paso ya no seremos indiferentes, si estamos cerca, la podremos incluso reconocer, ella no negocia, cumple su cometido en su momento justo y sigue su camino.

Nosotros nos quedamos un ratito más, acopiando todos los instantes vividos que llenaron nuestra memoria y que ahora subimos a la conciencia para alargar un poco más la dulzura del recuerdo, recordar el tacto de su piel, su olor, el timbre de su voz.

Una vida y apenas ha sido un instante.

Viene la muerte y se nos colapsan los sentimientos, tan solo nos queda claridad para el último te quiero, un abrazo y A DIOS.

Pilar Margarit