3 de abril de 2012

LA MUERTE

Aunque por mucho que vaya mostrándose a los demás, cuando está cerca de alguno de nuestros seres queridos seguimos mirando a la muerte como a una extraña desconocida, su paso inevitablemente marcará un final de muchas cosas en nuestra vida.

Apenas hemos presenciado su misterio que ya se fue, pero eso si, dejándonos este tirante vacío que nos corta las carnes, algunas veces se nos clava en el corazón y en otras, tira de él.

A su paso ya no seremos indiferentes, si estamos cerca, la podremos incluso reconocer, ella no negocia, cumple su cometido en su momento justo y sigue su camino.

Nosotros nos quedamos un ratito más, acopiando todos los instantes vividos que llenaron nuestra memoria y que ahora subimos a la conciencia para alargar un poco más la dulzura del recuerdo, recordar el tacto de su piel, su olor, el timbre de su voz.

Una vida y apenas ha sido un instante.

Viene la muerte y se nos colapsan los sentimientos, tan solo nos queda claridad para el último te quiero, un abrazo y A DIOS.

Pilar Margarit